Los cargos criminales son graves para cualquier persona, pero representan un peligro especial para los que están buscando la naturalización en los Estados Unidos. Hay ciertos crímenes que no solo pueden descalificar a uno por la naturalización, pero también hasta podrían resultar en una acción de deportación. Por suerte, las condenas que pueden resultar en la deportación para un inmigrante que no es ciudadano de los Estados Unidos suelen ser por los delitos graves, no un delito relativamente menor.
Delitos graves agravados
Cuando un inmigrante es condenado por ciertos delitos graves que implican violencia extrema, es posible que una acción por deportación podría resultar (enlace en inglés). Estos delitos incluyen cosas como el homicidio, la violación, y el tráfico de drogas.
Aun si un crimen en esta categoría no resulta en una deportación, podría descalificar al condenado permanentemente por la naturalización.
Delitos de torpeza moral
Los delitos de torpeza moral generalmente implican la deshonestidad, el fraude, o la intención de engañar a los demás para provecho personal. Por ejemplo, un crimen de falsificar documentos o cometer fraude financiero probablemente entraría en esta categoría.
Delitos que implican las armas de fuego
Estos crímenes incluyen la posesión ilegal, la venta ilegal, o el uso ilegal de cualquier arma de fuego. Si usted no sabe si está autorizado a obtener un arma de fuego legalmente sin correr el riesgo de la deportación y otros problemas legales, es mejor consultar a un abogado antes de comprar uno.
La violencia doméstica
Este crimen implica no solo la violencia contra un cónyuge, pero también contra los hijos o cualquier otra persona que vive con usted en el mismo hogar.
Delitos de inmigración
Cómo decimos arriba, esto podría incluir la falsificación de documentos para el propósito de la inmigración. También caen en esta categoría ofensas mucho más severas, como el tráfico de personas en la frontera.
Hay muchas maneras de que un condenado podría tener que pasar por una acción de deportación. Por suerte, todos los acusados en los Estados Unidos tienen la oportunidad de tener a un abogado a su lado, y de preparar y presentar una defensa contra las acusaciones penales antes de ser condenados.